El lactato y la influencia en nuestro rendimiento

En esta entrada hablaremos del famoso lactato y como éste nos permite delimitar nuestros diferentes umbrales e intensidades de trabajo.

El lactato es una molécula que se genera en el músculo como resultado de procesos metabólicos para la obtención de energía y antes de seguir, debes saber que nuestro cuerpo lo produce de manera continua incluso estando en reposo, solo que el nivel de producción es lo suficientemente bajo como para que éste sea resintetizado dentro del mismo músculo y no se vierta a la sangre.

La cantidad de lactato (en mMol) que acumulemos en nuestro organismo va a definir y se va a relacionar con nuestros hitos fisiológicos.

Umbral aeróbico: representa el primer punto de cambio en la acumulación de lactato respecto al valor de base (1,5-2 mMol según el autor). A partir de este punto el lactato comienza un incremento exponencial. La intensidad de trabajo entre el umbral aeróbico y anaeróbico representa todavía un estado estable en el cual el organismo es capaz de mantener el mismo nivel de lactato en sangre y por tanto podemos mantener la intensidad de ejercicio por un periodo prolongado de tiempo.

Umbral anaeróbico: representa el segundo punto de cambio en la concentración de lactato. De forma general se hayan valores de lactato entorno a 4 mMol, todo y que los mejores entrenados pueden hallar en este punto concentraciones inferiores. La intensidad de ejercicio en esta intensidad es compatible con el máximo estado estable a partir de la cual, si incrementamos el ritmo, los niveles de concentración de lactato comenzarán a aumentar de forma progresiva.

Consumo máximo de oxígeno: punto en el que nuestro organismo es capaz de consumir mayor cantidad de oxigeno por tiempo. De forma general vamos a encontrar concentraciones de lactato en sangre en torno a 6-8 mMol.  En este punto ya no existe estado estable por lo que mantener esta intensidad provocará un aumento constante de los niveles de lactato hasta provocar la finalización del ejercicio.

Cualquier intensidad por encima de este último evento metabólico requerirá procesos de obtención de energía anaeróbica. El método y tipo de entrenamiento nos permitirá mejorar nuestra capacidad anaeróbica (mejorando la tolerancia a realizar ejercicio con altas cantidades de lactato en sangre) o nuestra potencia anaeróbica (mejorando la cantidad de producción de lactato que somos capaces de producir)

Aunque existen formas no directas de estimar cada uno de estos eventos metabólicos, y por ende el nivel de lactato que acumulamos en cada uno de ellos, la mejor forma de comprobar y situarlos es mediante la realización de un test de lactato. A nosotros nos gusta realizarlo en rodillo y mediante protocolos incrementales, obteniendo pequeñas muestras de sangre a medida que aumentamos la intensidad del ejercicio.

Conocer estos valores nos va a permitir ser mucho mas precisos en nuestros entrenamientos y comprobar las mejoras realizando de 2 a 3 pruebas al año, o incluso cada vez que sea necesario asegurar que estamos trabajando a la intensidad correcta.