Los 10 mandamientos del entrenamiento deportivo
Para ayudarte un poco mejor en el entrenamiento deportivo hemos desglosado diez mandamientos básicos para comprender a este y que los intentes incorporar en tu vida diaria para mejorar tu rendimiento con el tiempo invertido.
1r mandamiento: Ante todo somos personas.
Este es uno de los principios más básicos que tenrmos como preparadores y que la mayoría de ellos deberían tener, y es que ante todo, estamos trabajando con personas, con sus vidas laborales y personal, con todo lo que esto significa a nivel de obligaciones y ritmo de vida.
Es por este motivo que debemos tener presente que primero tenemos personas en nuestras manos y después deportistas (en este caso, ciclistas), con que debemos empatizar con sus horarios y limitaciones personales.
Es por esto importante comprender que nuestro cuerpo tiene limites, cuando se trata de resistencia, velocidad y fuerza. No se deben alcanzar muy a menudo y la sensación que deberías tener al terminar la mayoría de entrenamientos es de que podrías haber echo más de lo que estaba planificado.
Si de lo contrario te acercas demasiado a menudo a este limite, y lo hace durante periodos de tiempo prolongado, estarás rebasando la capacidad de adaptación del cuerpo y rebasarás la constancia del entrenamiento.
2º mandamiento: Constancia en el entrenamiento.
Las interrupciones en la constancia normalmente son consecuencia de no seguir otro mandamiento que hablaremos más adelante: escuchar a tu cuerpo. Si nos excedemos en el entrenamiento durante un periodo de tiempo podemos añadir un cansancio extra a nuestra carga de trabajo, caer enfermos o lesionarnos.
Entrenar de forma constante sin excederse, es el camino hacia una mejora constante de la condición física y un mayor rendimiento en competición, el elemento clave que estamos persiguiendo con el entrenamiento.
La clave para esta constancia es la moderación de la carga de trabajo combinado con el descanso adecuado.
3r mandamiento: Descanso lo suficiente.
Durante los periodos de descanso es cuando nuestro cuerpo se adapta a la carga de entrenamiento y el estrés que conlleva este, haciéndolo más fuerte. Sin el descanso no hay mejora porque no hay adaptación.
A medida que el estrés del entrenamiento aumenta, el descanso cada vez se hace más necesario. La mayoría de ciclistas entienden este concepto pero simplemente lo entienden mentalmente, no emocionalmente, ya que muchas veces cuando se les pauta un pequeño periodo de descanso la mayoría no comprende este momento, pero si quieres mejorar, debes descansar.
4º mandamiento: Entrenar con una planificación adecuada.
Los deportistas no llegan a su máximo rendimiento de forma aleatoria o al azar, todo lo contrario, la mayoría trabajan con un plan de entrenamiento estructurado por un preparador cualificado o que ellos mismos se “autoejecutan”.
Un plan de entrenamiento solido es básico para mejorar en casi todas las iniciativas y facetas de la vida, y sin embargo, pocos ciclistas que se autoentrenan lo tienen. Esta demostrado que la mayoría de deportistas mejoran si siguen un plan de forma constante, pero que lo sigan durante un periodo de tiempo determinado para ver sus frutos.
A veces estos planes pueden tener un diseño o estructuración deficiente, pero aun así, funcionar. Por lo tanto, es importante siempre seguir dicho plan y no abandonarlo para poder comprobar si se han cumplido o no los objetivos planteados.
5º mandamiento: Entrenar en grupo pocas veces.
A veces salir a rodar con grupo es beneficioso a nivel de motivación ya que estamos ante todo en un deporte social. Entrenar con gente nos desarrolla una serie de habilidades que saliendo de forma individual no se trabaja: proporciona experiencia en la dinámica de carrera, mejora la capacidad de manejo de la bici y hace “pasar” el tiempo mucho más rápido.
Pero a veces no nos interesa salir en grupo porque el ritmo de este grupo es demasiado elevado o demasiado bajo para poder seguir bien tu plan de entrenamiento. Además, si tenemos algún tipo de trabajo interválico es muy poco probable que los miembros del grupo acepten este tipo de trabajo y no podamos ir juntos en el entrenamiento.
Debemos saber cuando salir en grupo y cuando no, por ejemplo, en periodo genérico de base es interesante salir en grupo siempre y cuando puedas rodar cómodo en él. En cambio, en periodos competitivos o específicos donde se deben desarrollar ciertos componentes del entrenamiento, mejor rodar solo o con compañeros que tengan trabajos similares.
6º mandamiento: Alcanzar el máximo.
Nuestra planificación y plan de trabajo debería llevarnos a una condición física optima para las pruebas más importantes de nuestro calendario. En este deberemos priorizar cuales son las carreras importantes y las menos importantes, llegando en las mejores condiciones posibles en las primeras que las segundas.
Un corredor hábil utiliza las segundas carreras para coger experiencia y ritmo en competición, o simplemente para comprobar su condición física. Si todas las carreras de nuestro calendario son importantes, no podemos esperar un máximo rendimiento en todas ellas, es una cuestión de prioridades.
7º mandamiento: mejorar los puntos débiles.
La mayoría de ciclistas o deportistas se pasan mucho tiempo trabajando aspectos que ya son buenos, por ejemplo: un escalador se pasa horas entrenando con desnivel.
Ante todo estos deportistas deben identificar sus puntos débiles y intentar mejorarlos sin dejar de lado los aspectos donde ya destacan. Es una cuestión de comprender “nuestras limitaciones”. Una vez identificadas estas, la condición mental es tan o más importante que la condición física donde debemos afrontar sin miedo estas limitaciones y trabajarlas.
8º mandamiento: Confía en tu entrenamiento.
Para darte confianza en lo que estas haciendo sesión tras sesión durante el año deberías valorar tu entrenamiento durante la temporada, y ya no en competición, si no con pruebas de campo o prueba de esfuerzo.
No hay nada peor que creer que estás progresando bien para conseguir tu objetivo y luego, el día de la carrera, pensar que no estás preparado físicamente. Es por esto la importancia de la valoración del entrenamiento y confiar en el plan, ya que si estas pruebas no salen como deberían, lo puedes reconducir, pero ante todo, confía en la planificación.
9º mandamiento: Nuestro cuerpo es inteligente.
La mayoría de nosotros no nos ganamos la vida con el ciclismo y su competición, por lo tanto, no te frustres si no consigues aquel resultado que esperabas con tanta ansiedad y valora porque no ha llegado. Es importante escuchar a nuestro cuerpo ya que muchas veces nos da “señales” que nosotros debemos interpretar y saber aplicar la corrección correcta.
Respetar los periodos de descanso como hemos dicho anteriormente o no hacer esa ultima serie que teníamos planificada porque estamos agotados del trabajo también forma parte del entrenamiento.
10º mandamiento: Comprométete con los objetivos.
Conseguir unos objetivos anuales es una tarea de 24 horas y 365 días al año de dedicación donde no solo depende del entrenamiento si no también de tu forma de vida, en función del nivel de exigencia que tengas. Variará por ejemplo cómo comes, duermes, trabajas…
Comprometerte con los objetivos es crucial, pero todos tenemos un nivel cómodo de compromiso, donde encontrar el equilibro personal con el entrenamiento y el resto de tu vida personal forma parte de este compromiso también.
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