Fibras musculares: Tipología e identificación de ellas

Hemos hablado a veces de capacidades genéticas de los deportistas, más concretamente de los ciclistas. Hay algunas que son medibles fácilmente o con una valoración en prueba de esfuerzo como puede ser el Vo2max, pero hay otras, como puede ser el tipo de fibras que tiene cada deportista, que también viene muchas veces determinado genéticamente, que es más difícil de determinar, pero no así, de intuir.

Sabemos que nuestros músculos no están formados simplemente por un conjunto homogéneo de fibras con propiedades metabólicas. Des de no hace mucho tiempo, se han identificado y clasificado dos tipos diferentes de fibras, respondiendo a sus propiedades metabólicas y contráctiles.
Dentro de estas fibras, tenemos dos grandes grupos:

Fibras Tipo I: o también conocidas como fibras lentas. Su producción de energía es principalmente por elsistema aeróbico, lo que hace que sean muy aptas para el trabajo aeróbico prolongado (pruebas de fondo en carretera o maratón en mountain bike).
Su velocidad de contracción es lenta, lo que hace que el deportista con un valor elevado de ellas, pueda mostrar una capacidad de sprint o cambios de ritmo más lentos que otros corredores con mayor presencia de otras fibras. También hay múltiples estudios científicos que certifican que un alto % de fibras tipo I de un deportista muchas veces muestra un valor elevado de Vo2max, condicionante importante como ya comenté, en los deportes de resistencia. Al ser fibras de una alta manifestación aeróbica, estas puedan condicionar el valor de consumo máximo de oxigeno del deportista.  Su pigmentación es de color rojizo, características por un alto contenido de mioglobina.

Fibras Tipo II: Principalmente se diferencian de las anteriores por una alta capacidad glucolítica (vía anaeróbica, poca presencia de oxigeno). Sus características contráctiles y metabólicas hacen que sean muy importantes para deportes que su desarrollo se producen grandes cambios de ritmo como algunos deportes de equipo, piragüismo, remo o algunas especialidades del ciclismo como puede ser el BMX, Pista en algunas modalidades o la capacidad de sprint de un deportista, puede venir determinado por ellas.

Hay que decir, que las fibras tipo II se subdividen en dos subgrupos:

  • IIa que son consideradas como intermedias entre las I y tipo II, ya que tienen una capacidad de contracción rápida junto con un desarrollo aceptable de la vía aeróbica como la anaeróbica para la obtención de la energía.
  • IIb Gran potencial anaeróbico, son las auténticas fibras rápidas y glucolíticas. Tienen una gran velocidad de contracción y un color más blanco en relación a las tipo I, por valores inferiores de mioglobina.

La distribución de estas fibras varia mucho en cada persona, teniendo una determinación genética pero que su puede moldear con el entrenamiento. Se han estudiado personas  sedentarias, donde el porcentaje de fibras Tipo I es de entre el 45 y 55%. En cambio, en deportistas de atletismo o ski de fondo, con los valores más altos de Vo2max vistos en la historia, pueden llegar a tener un 85-95% de fibras tipo I.

Esta claro que por ejemplo, un ciclista que luche por la general de una gran vuelta por etapas tendrá una mayor presencia de fibras tipo I que el/la corredor/a que dispute los sprints de esa vuelta por etapas, con una mayor capacidad glucolítica que el primero y seguramente también, con un mayor numero de fibras tipo II.

Hemos hablado anteriormente que se pueden determinar este tipo de fibras en cada deportista, pero la pregunta que podemos hacernos todos es, ¿cómo lo detectamos?

Hay múltiples métodos, pero hay manifestaremos varios en función de si son directos o cálculos indirectos.

Directos: biopsia muscular. Es la forma más clara y determinante para calcular exactamente el numero de fibras que tiene el deportista, pero es un método invasivo. Se realiza en investigación y en algunos deportista de alto nivel. Descartada esta opción, cuales son los métodos indirectos para determinar nuestras fibras?

Indirectos: son cálculos que se basan en estimaciones a través de trabajos científicos que han podido correlacionar que el método funciona con cierto margen de error. En este caso podemos utilizar dos grandes métodos:

  • Test de profundidad de descenso en el salto vertical: Con una plataforma de contacto, podemos determinar el tiempo que el deportista esta en la fase de descenso en la flexión de rodillas, cuando mayor sea el tiempo, más predominancia de fibras lentas. Por el contrario, cuanto más superficial o rápida sea esta fase de descenso, mayor predominancia de fibras rápidas.
  • Test de repeticiones al 80% de 1 RM: Alto grado de objetividad. Antes de realizar este test, debemos hacer un buen calentamiento para evitar lesiones. Una vez realizado, debemos seleccionar el ejercicio sobre el grupo muscular que queremos evaluar, poner una carga al 80% de nuestro 1 RM y hacer tantas repeticiones como sean posibles, siempre con una correcta ejecución. En función del numero del número de repeticiones realizadas, podremos determinar un alto o bajo porcentaje de fibras lentas o rápidas.

Finalmente añadir que la distribución de fibras no es igual por todo el cuerpo, por ejemplo, podemos contener un elevado numero de fibras rápidas en nuestros cuádriceps pero tener valores más bajos de ellas en nuestros bíceps. Por lo tanto, hay que tener cuidado y no generalizar en todos los grupos musculares y personas.