Solo tenemos 1h para poder entrenar

Aprovechar esa hora de entrenamiento.

Muchas veces nos encontramos que no disponemos de mucho tiempo para entrenar, sobretodo en días laborales, donde “solo” se dispone a veces de una hora de entrenamiento. Es por eso por lo que debemos aprovechar al máximo nuestra planificación deportiva, con lo cual tenemos que “ajustar” muy bien nuestros entrenamientos para ir mejorando.

Todos sabemos que el ciclismo es un deporte de resistencia, lo cual, esta será nuestra capacidad de resistir un esfuerzo la forma más prolongada e intensa en el tiempo.

Para poder hacer frente a las pruebas de ciclismo hace falta haber trabajado bien esta resistencia con distintas manifestaciones de ella, pero a menor intensidad, más tiempo podremos durar, lo cual, nos hará falta poder trabajar grandes volúmenes lo cual va en contra muchas veces con “esa hora que tengo para entrenar”.

Es por eso que hoy hablaremos de diferentes formas de enfocar pero que se basa en poder disponer de un poco más de tiempo el fin de semana y entre semana poner las sesiones a más intensidad para trabajar distintas manifestaciones de la resistencia y seguir mejorando.

Para la mejora general del deportista debemos manejar 4 grandes componentes de la carga de entrenamiento:

  • Volumen de la sesión.
  • Frecuencia de las sesiones.
  • Intensidad.
  • Densidad de esta.

Es evidente que empezaremos por entrenar el volumen previsto (1h al día) para ir aumentando el número de días que podemos entrenar, una vez alcanzamos este «limitante» podemos hacer dos cosas en función de lo cerca o lejos nos encontramos de una competición: reducir el número de sesiones a la semana pero intensificarlas (objetivo aún lejos) o sin reducir nombre de sesiones aumentaremos la intensidad de estas (2 máximo 3 por semana) proponiendo diferentes trabajos tipo intervalos, fartleks o simplemente salidas «libres» de que cuando la grupeta apriete, nosotros tenemos vía libre. El trabajo de intensidad como sabemos se debe medir por frecuencia cardíaca, potencia, ritmo de carrera (running) y para poder obtener las intensidades / ritmos adecuados deberíamos testear al deportista, por lo que de allí obtendremos los valores máximos y sus % de este para determinar la intensidad adecuada.

En los dos casos, iremos comprobando la intensidad y como tolera esta el deportista, pero a la vez nos quedará el último componente de la carga para tocar, que será la densidad. Esta se medirá sobretodo en sesiones con intervalos, donde el fraccionamiento con tiempo de trabajo / tiempo de recuperación nos servirá para controlar esta densidad.

Por lo tanto, teniendo en cuenta esta pequeña explicación podemos organizar nuestra preparación orientada a la mejora del rendimiento y siempre hablando de que el deportista «solo» puede salir en bici pero no hay trabajo de fuerza en el gimnasio disponible, ya si este fuera el caso la cosa cambiaría aún más ya que podríamos reducir sesiones exteriores para buscar la mejora de la fuerza en el gimnasio.