Talento deportivo
Es a partir de mitades del siglo pasado, donde el deporte cada vez gana más protagonismo en la sociedad y más aun los últimos 30 años. Aparecen nuevas pruebas, nuevas modalidades deportivas, pruebas olímpicas…
En el caso de este articulo, lo que pretende, es conocer cuales son indicadores más importantes para poder determinar si ese chico o chica de 14 años, algún día, pueda llegar estar disputando un Tour de Francia o unos juegos olímpicos en mountain bike.
Hay que tener en cuenta primero, una basante sociológica y otra más fisiológica. No todos los campeones, o la gran mayoría, “han nacido así” si no que su entorno les ha ayudado a crecer.
Es por este motivo, que Ericsson (1996) nos habla de una botella muy grande, que es el entorno y lo que va dentro de esa botella es la parte “heredada” o genética. Por lo tanto, y como primera conclusión, podríamos hablar de lo vital que es el entorno del deportista para que se pueda desarrollar. Esta claro que si no tiene recursos y un apoyo por parte de los más cercanos, poco podremos hacer porque el campeón crezca.
En cuando a la parte heredada, seria los indicadores fisiológicos que nos pueden servir para determinar el talento de un joven deportista, podríamos encontrar a varios según diferentes autores. Entre ellos destacamos estos, Malina RM y col. (2015)
- Edad ósea del/la deportista.
- Medidas antropométricas del deportista.
- Desarrollo puberal.
Un factor muy ligado a la edad biológica del deportista, ya que en función de su edad biológica, habrá iniciado antes el proceso puberal y por lo tanto el crecimiento de sus segmentos corporales, masa muscular o otros elementos determinantes en el desarrollo de la práctica deportiva.
- Edad en el pico de crecimiento.
Nos encontraríamos también en grandes diferencias entre chicos y chicas, ya que ellas llegan al pico máximo de crecimiento antes que los chicos, debido sobretodo a la fase de menarquia y su desarrollo prematuro en relación a los chicos. - Edad en la menarquia.
Indicador para las chicas de su primera menstruación y inicio de las fases hormonales en su cuerpo.
Aparte de estos indicadores que son importantes para cualquier deportista en general, en función de la modalidad daremos más importancia a la edad ósea del deportista o por ejemplo, las medidas antropométricas (por ejemplo en baloncesto es un factor determinante)
Entrando de deportes aeróbicos como es el ciclismo, nos deberíamos fijar en el Vo2max, que como dice Armstrong N (2013) es el mejor criterio individual para la aptitud aeróbica de los jóvenes. Ya hablé del concepto de Vo2 en un articulo anterior, pero si que es importante que tengamos bien determinado este valor.
Este Vo2max. puede verse incrementado en un 150% de los 8 a los 16 años de edad de un niño y en el caso de las niñas un 80% en este período de tiempo, por lo tanto, podemos encontrar grandes variaciones en función de la edad del chico o la chica en su fase de crecimiento.
Otro indicador fisiológico del rendimiento de un ciclista joven puede ser su potencia máxima desarrollada. En este caso, encontramos un estudio de Sutton, N. C. y col (2000), donde valoro a diferentes deportistas de entre 7 y 17 años en bicicleta con un test de wingate (30’’ all out o a tope), buscando la potencia máxima desarrollada por el deportista en este espacio de tiempo.
Los resultados mostraron una igualdad en valores de potencia máxima entre chicos y chicas hasta los 12 años de edad, incluso un poco mejor las chicas a los 12 años. Las diferencias se muestran después, donde el chico es superior a la chica debido a su desarrollo puberal.
Estos dos grandes valores: Vo2max y potencia máxima desarrollada, se pueden determinar con una prueba de esfuerzo junto con analizador de gases, siempre bajo la supervisión de un médico deportivo, para ver si hay algún tipo de alteración a nivel cardiovascular o ventilatorio.
Hay más valores a poder utilizar en la detección de un talento, como podría la presencia de más o menos fibras rápidos y/o lentas, en función de su modalidad o especialidad (por ejemplo un esprínter tiene mayor presencia de fibras rápidas que un escalador).
Para conocer bien la presencia de más o menos fibras se pueden realizar pruebas indirectas con un porcentaje medio-alto de determinar bien el resultado o pruebas invasivas, tipo la biopsia muscular, que la fiabilidad es total pero es muy invasiva para el deportista y no se recomienda, solo en investigación.
A modo de conclusión podemos decir que el deportista no nace, si no que se hace, con lo cual, hasta que haya cambios hormonales debido a la edad biológica, será determinante su entorno y crecimiento, para cuando llegue en las edades determinantes (a partir de 13-14 años) donde se muestra el potencial genético que puede contener.
Aún así, no será hasta cerca de los 20 años que se cerrará su crecimiento y se verá realmente cuales son los valores reales de las variables fisiológicas mostradas anteriormente. Por lo tanto, no debemos descartar a un deportista ni prometerle un futuro “esperanzador” a un chaval de 14 años, todo tiene su proceso y como entrenadores, directores deportivos o familiares no debemos precipitarnos en la selección de los corredores/as que forman parte de nuestro equipo.
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